Extracto del libro ¿Quién es el Espíritu de Navidad? Por Araceli Egea
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El Amado Maestro Natividad, “Espíritu de Navidad”, es un Gran Ser de Luz procedente
de Altas Esferas que visita a la Tierra durante la época de Navidad en cada año. Es la
representación de la inocencia, la alegría y el amor. Su radiación de luz es tan fuerte que
puede disolver, al instante, las atormentadoras creaciones humanas, disolver temores
profundos y realizar la unión instantánea de quienes se han alejado efectivamente. El
disfruta el dar sin medida sus tesoros a través del toque mágico de su luz, la cual llega al
corazón y despierta al niño dormido que, internamente, esta en cada ser humano.
Tan hondamente llega la radiación de su amor que se siente en los corazones y allí
permanece, dentro de quienes quieran recibirlo, sin que tengan que esforzarse para ello.
El Maestro Natividad esparce chispitas de puntos refulgentes e infinitos que envuelven
e ínter-penetran a personas, objetos, a seres animados e inanimados, como lluvia de
estrellas para multiplicarse en prosperidad, paz, suministro, salud y miles de bendiciones
en abundancia. Es el Rayo Oro Rubí.
El Amado Natividad representa e irradia: Dicha, alegría, prosperidad, las cuales cada
persona siente internamente al contactarlo. Salúdenlo y recíbanlo en sus corazones para
hallar más felicidad en sus vidas durante los días navideños de fin de año.
Mágica Navidad
La navidad es una fecha de alegría, de paz, prosperidad y esperanza. ¡Navidad! Palabra
mágica de un encanto indecible. Durante esos días, todo se suaviza con un toque rosado
de cordialidad, amistad y fraternidad. La gente canta, baila, ríe. Los niños esperan
mágicos regalos y los adultos se hacen obsequios entre si; la alegría tiende su liviana luz.
Todo eso es obra del raro encanto flotante, de la divina fragancia que irradian los días
navideños. Bienestar y esperanza que eleva a los habitantes del planeta Tierra.
Las Navidades deben ser para un adulto lo que representan para un niño: Días de
alegre descanso, despreocupación, esperanza, paz, convivencia entre amigos y mágicas
experiencias para compartir.
Muchas son las personas que invocan a Natividad, aunque de manera diferente, a través
de distintos métodos. Todos igualmente obtienen beneficios. Los niños que piden regalos
a Santa, San Nicolás y Papa Noel también son atendidos; aunque no con regalos físicos
que, están a cargo de los familiares. Para todos, el Amado Natividad, es la fantasía de
la esperanza que puede hacerse realidad. Los días de Navidad son mágicos para quienes
permiten que esa maravillosa luz penetre en sus vidas.
Las fabulosas fabulas de Papa Noel, San Nicolás, Santa Claus, representan muy bien
al espíritu de luz del Amado Natividad: El traje rojo simboliza la Provisión Divina,
la abundancia del Rayo Oro Rubí que representa este Maestro. Los renos de su trineo
espacial son la imagen de los Espíritus de la Naturaleza o Elementales que lo reciben con
alegría, lo saludan, acompañan y ayudan en su gran labor. Volar por el cielo significa
ausencia de limitaciones en sus deseos y velocidad de acción. El saco desbordante de
regalos expresa los obsequios y dones que el obsequia generosamente los cuales no son
solo materiales. La radiación de fulgurante luz que el trineo deja a su paso es un símbolo
del majestuoso poder que siempre lo acompaña, esa maravillosa descarga de energía
revitalizante para beneficio del planeta y sus habitantes, con objeto de subirlo de nivel,
elevarlo en vibración, sutilizar su materia y purificar su ambiente.
Con respecto al Arbolito de Navidad, representa el despertar espiritual de quienes ya
están listos internamente y pueden ser elevados en su luz. La potente y radiante energía
de Natividad y de todos los seres de luz que lo acompañan, es como una poderosa
lluvia de chispitas luminosas que envuelven e ínter-penetran la Tierra. Esas diminutas
llamaradas e inmensas radiaciones de colores y luces la gente la capta internamente, las
absorbe y representa en los brillantes bombillitas que adornan el árbol navideño en cada
hogar a lo largo y ancho de este planeta, donde la Navidad es conocida y valorada.
Desde el mes de Septiembre Natividad, comienza a preparar su llegada, a proyectar su
radiación que va intensificando su fuerza y poder hasta el tiempo que desciende a la
atmósfera terrestre.
Descenso a la atmósfera de la Tierra:
El gran momento sucede cuando Natividad y sus acompañantes (Altos Seres de Luz)
traspasan el campo eterico de protección que tiene la Tierra, al finalizar la media noche
del día 20 para el 21. Con gran ímpetu arrollador, la poderosa energía cubre e ínter-
penetra todo cuanto es y existe en este mundo, con fines de purificación y limpieza.
Unidos en vibración y luz, esos seres de Luz forman como un corazón palpitante de amor
y renovación que todo lo transforma a su paso.
La permanencia de Natividad y sus acompañantes es aproximadamente un mes.
Cada año terrestre es un ciclo. Todo lo viejo y agobiante hay que dejarlo atrás y debe
morir a fin de año. De ahí el dicho popular “Año nuevo, vida nueva”; es decir, las
personas aceptan el cambio mental y emocional, porque se preparan para la renovación
de sus vidas.
El Amado Natividad con su descenso a la atmósfera terrestre da oportunidad a los
seres humanos, de continuos ascensos y renovaciones. Natividad se ofreció, libre y
voluntariamente, para esa labor y la cumple con alegría, a plenitud. Es su contribución de
ayuda amorosa y desinteresada a la humanidad de este mundo.
“Año nuevo, vida nueva” es un estado de conciencia que, al ser aceptado, se cumple bien.
Pues “Lo que piensas, creas y aceptes te sucederá, pues entrara en tu vida”
Quienes invocan al Espíritu de Navidad, quienes lo aceptan y lo reciben en sus corazones
son obsequiadas con la maravilla de su radiación, con sus regalos de amor y amistad,
la realización de íntimos anhelos y ansiados deseos, esperanzas cumplidas, merecidas
satisfacciones.
A los niños es mejor decirles la verdad. Decirles: Nosotros, los papas, queremos
obsequiar a nuestros niños con juguetes y otros regalos para darles nuestro amor y alegría
en navidad; pero es cierto que Natividad existe. Pueden pedir otros regalos y seguro que
también llegaran.
Cada planeta tiene su Navidad
Los mundos poblados por humanidades que viven en situaciones no perfectas, con
numerosas apariencias negativas por superar, entre ellos la Tierra, precisan de fuertes
transmutaciones para el logro de avances progresivos menores y etapas programadas de
alegría como la Navidad, por ejemplo.
Como la humanidad de esos planetas, por su falta de perfección, vive en sufrimiento
y confronta muchas dificultades, se precisan etapas organizadas de energía radiante
que sean como descargas purificantes y descansos reconfortantes. Debido a esto, se
establecen festividades en esos mundos y un Alto ser de Luz se encarga de realizar ese
servicio. Para el planeta Tierra, el encargado de ese servicio es el Amado Natividad.
Debido a las muchas dificultades en que viven los habitantes del mundo, se precisan
elevadas etapas de alegría y contento que sean como un motivador descanso. Sin ese
estimulo, habría mayor estancamiento y retraso evolutivo. En previsión de esto, se
establece una festividad elevadora de multitudes por medio de la alegría, cada fin de año,
en los mundos de Tercera Dimensión.
Feliz Navidad!
Extracto del libro ¿Quién es el Espíritu de Navidad? Por Araceli Egea