
¿Como lo hice? Con un ejercicio de meditación muy sencillo. Te invito a hacerlo.
Ejercicio meditativo para darte a bienvenida a la vida:
Busca un lugar cómodo y silencioso, donde puedas tomarte unos 20 minutos para ti, para tu paz y tranquilidad. Siéntate con la espalda recta, en postura de meditación, sin cruzar los brazos.
Cierra los ojos y siente tu cuerpo. Desde ese punto de armonía observa los pensamientos y los llenas de paz. Al tener la mente calmada, te visualizas frente a ti. Obsérvate como si estuvieras viendo un espejo, tu reflejo. Te visualizas frente a ti y ves como vas haciéndote cada vez mas pequeño y mas pequeño hasta llegar a un minuto de haber nacido. En ese instante con tus manos cubre de luz y amor a ese bebe, a la criatura divina que ha llegado al mundo. Visualízalo lleno de luz, cubre su cuerpecito y su aura con un manto violeta de amor.
Dile: eres bienvenido (a), estas aquí porque eres muy deseado (a), muy querido (a). Eres luz y viniste a este plano físico a ser feliz, a compartir felicidad, tienes metas, deseos, tienes objetivos que cumplir llenos de abundancia y amor. Eres amado (a), eres muy amado(a).
Luego acurrucas en tu pecho al bebe, lo abrazas, te abrasas, y dejas que el bebe entre a ti, forme parte de ti.
Visualiza y cubre tu cuerpo con el manto de protección y amor angelical. Te llenas de luz, respiras amor, respiras paz y te das la bienvenida a un nuevo camino lleno de alegrías, seguridad, confianza y libertad. Renace.
Este ejercicio lo puedes hacer cuantas veces quieras, te llena de vida y le das mas amor a ese niño o niña que eres y vive en ti.
¡Seamos libres!
NAMASTE,
¡Que rico se siente escribir con alegría! Trato de no ponerle por que a las cosas, pero cuando estamos en un mismo canal sintonizados con la Luz, somos un imán que atrae todo lo bello para continuar por ese mismo camino de expansión.
Agradecimientos a: Teresa León.